Dissertation sur l'art et le pouvoir

Dissertation sur l'art et le pouvoir

El arte y el poder son nociones generalmente entrelazadas en nuestras sociedades, a veces contradictorias o al menos opuestas. El gobierno puede censurar la expresión artística por diversas razones, al igual que puede utilizarla en su beneficio. El arte puede ser una herramienta de protesta, argumentación o lucha. De ahí que el gobierno se centre en las expresiones artísticas.

El arte es una actividad que se rige por un conjunto de reglas, métodos que deben ser seguidos o no por los artistas. Esta actividad manifiesta un gusto muy avanzado por la estética por parte del artista. El término "arte" también puede referirse a todas las obras creadas por un artista. Sin embargo, la definición que más me interesa es la siguiente: el arte es la creación de objetos o escenarios destinados a producir en el público un determinado estado de sensibilidad y a transmitir un mensaje determinado. La presencia del arte comprometido (arte que no busca manifestar solo y simplemente lo que se ve, sino que busca como dejar un mensaje de reflexión) ha continuado hasta nuestros días y los artistas contemporáneos, gracias a su libertad creativa y a la multitud de formas de arte, pueden dar rienda suelta a su compromiso político o social. Es el caso del arte callejero o urbano, que en sus inicios, en la segunda mitad del siglo XX, desafió la prohibición de utilizar el espacio público para crear, sin permiso ni encargo. Parte del arte callejero se ha institucionalizado e incluso ha entrado en el mercado del arte, pero sigue considerándose una forma de arte muy comprometida.

El poder puede definirse como la autoridad (una entidad que representa la autoridad y tiene poderes específicos), el poder, la posibilidad, la capacidad de hacer algo (la capacidad y las posibilidades de acción en definitiva), o la influencia sobre alguien o algo.

El arte, al ser una expresión cultural, social y política, puede ser una herramienta que impacte y, por tanto, empodere al artista. Puede ser una herramienta de protesta, argumento o lucha. La transmisión de mensajes específicos (por ejemplo, de protesta) y la posible influencia del arte en el público lo convierten en una poderosa herramienta.

De ahí la atención prestada por el gobierno a las expresiones artísticas. Ha habido innumerables intentos de censurar a determinados artistas y movimientos artísticos porque representaban un peligro para el poder gobernante. Del mismo modo, el gobierno ha utilizado a menudo el arte en su beneficio. Así, el arte y el poder están intrínsecamente unidos.

A lo largo de su historia, el arte siempre ha estado íntimamente ligado al poder. Es importante definir la palabra poder porque puede entenderse de dos maneras differentes. En primer lugar, nos referimos a la parte de la sociedad humana que monopoliza el derecho a gobernar sobre el resto de la sociedad, y a hacerla trabajar para su profit para mantener su dominio. En el contexto político, el uso principal del arte es ser utilizado por los gobernantes como una forma de propaganda. forma de propaganda. Es sutil y diverso y servirá para alabar el poder. Por otra parte, el individuo también posee una forma de poder en la medida en que él mismo tiene la capacidad de actuar y, en cierta medida, la libertad de pensar e incluso de ejercer cierta autoridad o influencia. cierta autoridad o influencia sobre los demás. Sin embargo, esta capacidad puede verse obstaculizada en determinados contextos políticos (totalitarios, monárquicos, etc.).

Podemos preguntarnos si el arte depende necesariamente del poder. ¿Y si el artista que produce este arte lo hace de manera que sirva a este poder o lo denuncie?

¿Cómo puede el arte estar al servicio del poder? ¿Puede ser el arte una manera de ayudar o denunciar un aspecto del poder?

Primero veremos el caso de la censura, cuando el arte y el poder chocan y cuando el arte es el sinónimo de poder contra el poder dominante. Luego, veremos el arte al servicio del poder político y finalmente, el arte como herramienta para denunciar algo o a alguien.

I) Cuando el arte y el poder chocan

Como el arte es una forma de expresión con una gran capacidad de influencia, está en el punto de mira de los poderes establecidos cuando no transmite el mensaje deseado. Las autoridades censuran entonces la obra en cuestión.

Así ocurrió durante la Bienal del Libro de Río de Janeiro, que se celebró del 30 de agosto al 8 de septiembre de 2019 en Brasil. El alcalde de Río, Marcelo Crivella, censuró el cómic Vengadores: La Cruzada de los Niños por su contenido LGBT. El gobierno (muy conservador) de Jair Bolsonaro vio un riesgo de "perversión" de la juventud. Así, el mensaje de tolerancia y progreso en cuanto a la aceptación de las personas que no siguen los modelos de la pareja heterosexual y el sexo de nacimiento no convenía al gobierno conservador, que censuró la expresión artística en cuestión. La Unión de Escritores de Argentina denunció esta postura radical y firmó una carta de protesta. El arte es un poder de protesta y de denuncia de este tipo de tendencia radical, incluso cuando es censurado. Y las autoridades saben lo poderosas que son las expresiones artísticas, de ahí los numerosos intentos de censura.

Pero arte y poder chocan también cuando el arte es sinónimo de poder contra el poder dominante.

La Movida (o Movida madrileña) es un movimiento cultural y artístico que se desarrolló en España durante la transición democrática (años 80) tras la muerte del general Franco y el fin de la dictadura. Su nombre proviene de la expresión "hacer una movida", que significaba salir de la capital para comprar droga y volver para consumirla en Madrid.

Este movimiento artístico, que desafió el conservadurismo del gobierno y la excesiva presencia de la figura del franquismo en el periodo de la transición democrática, provocó grandes cambios en España. Con su deseo de renovación, el renacimiento de la juventud y la modernidad, permitió una evolución en las mentalidades españolas. La modernización del país -y en particular de la sociedad española- y su integración en Europa fueron posibles gracias a movimientos como la Movida.

Lo más importante que hay que recordar de la Movida es, en primer lugar, que formaba parte del presente cultural europeo marcado por el rock, el punk y los movimientos artísticos que abogaban por la libertad y la ruptura de las normas. Además, las sociedades europeas se encuentran en un periodo de cambio de costumbres, como lo atestigua el Mayo del 68 en Francia. En segundo lugar, hay que situarlo en el presente español: tras

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