Bestia Medieval

Control domiciliario: La Década Infame

        La década infame fue un período de la historia argentina, también conocido como “restauración conservadora” en el que se desarrolla una sucesión de gobiernos  marcados por el fraude y el conservadurismo.  Sus orígenes se deben a la Gran Depresión causada por el crac de la bolsa de Nueva York de 1929. Este fenómeno provocó una gran crisis en el comercio mundial que afectó a la Argentina ya que el 80% de los ingresos del país provenían del negocio exterior. Esto incrementó un descontento y una tensión social  durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen por la baja de sueldos y del aumento del desempleo. La suma de estos obstáculos permitieron que se forme un contexto político en el que sea posible el golpe de estado cívico militar de José Félix Uriburu que dio inicio al comienzo de este período. En otros países de Latinoamérica también hubo gobiernos de factos en esa época, por eso decimos que se debió, en parte, a la crisis económica mundial. Tal como en Estados Unidos, en Argentina se pusieron en marcha planes económicos que servirían a la población durante la crisis. Estos planes que quisieron igualarse al New Deal tratando de ayudar en la economía, no tuvieron un resultado satisfactorio ya que solo favorecieron a los sectores terratenientes sin considerar a las personas más humildes. Gracias a la implementación de estos planes, Uriburu decretó el control de cambios, para evitar la salida del oro, estableció un estricto cuadro de prioridades para el gasto público, creo nuevos impuestos a las transacciones, a los réditos y a la nafta, y se aumento las tasas de los servicios públicos prestados por el Estado.

         Por otro lado, debemos subrayar que fueron pocos los que se opusieron al dictador Uriburu cuando se autoproclamó presidente. Su mandato estuvo distinguido por un nacionalismo católico neo corporativo.  Una de sus posturas fue la de querer sancionar una ley para que la representación política fuese por parte de grupos sindicales o empresariales y no político partidarias. Su aspiración no venció y el 8 de noviembre de 1931 se llamó a elecciones presentando partidos de la manera habitual para una democracia liberal. Para ese entonces existían dos grandes alianzas. La Concordancia que regrupaba la fractura de la UCR antipersonalista, un grupo de socialistas independientes y el conjunto del Partido Demócrata Nacional. Y, Por otro lado, la Alianza Civil formada por el Partido Demócrata Progresista y el Partido Socialista. Las elecciones fueron ganadas por fraude electoral. La fórmula de Agustín P. Justo y Julio A. Roca fue la que triunfó,  representando los intereses conservadores.

        La política económica del nuevo presidente se destacó por la intervención que tuvo el Estado. Se crearon La Junta reguladora de Vinos, la de Granos y Carnes, y la Dirección Nacional de Parques Nacionales. También se firmo el Pacto Roca-Runciman con Inglaterra en 1933. El tratado consistía en el compromiso por parte de Inglaterra de asegurar la compra de 390.000 toneladas de carne por año. A cambio, ellos recibían beneficios para las empresas británicas.  Entro los que encontrábamos, por ejemplo, que el 85 por ciento de la exportación de carne debía realizarse a través de frigoríficos británicos. Y a su vez, que los precios de la exportación se reducirían. Este acto de corrupción en favor de las empresas británicas fue denunciado por algunos políticos como Lisandro de la Torre quien pertenecía el Partido Demócrata Progresista. Además se inauguró el Banco Central de la República argentina dirigido por Raúl Prebisch y la Corporación de transportes.

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