Treize roses

Homenaje a las trece rosas

Locutora : En un día como el de hoy, queremos convertir de nuevo en protagonistas a través del túnel del tiempo el nombre de trece mujeres. Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelaida (Avelina) García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, hasta aquí trece.

A la historia han pasado como “las trece rosas”. Fueron jóvenes fusiladas tal día como hoy; habían pasado cuatro meses desde el final de la guerra.

En el cementerio de la Almudena está nuestro compañero Mano Zoco.

Hola, Mano, buenos días.

Mano Zocos : Hola, buenos días. Pues ese acto ha terminado ya. Ha comenzado a las once y ha sido muy breve. Yo ahora mismo me encuentro frente a la placa que recuerda la muerte de las trece rosas, situada en la tapia de ladrillo visto, al lado de la Puerta de O’Donnell, en este cementerio de la Almudena, cementerio del este, muy cerca de la prisión de Ventas donde estuvieron encarceladas las trece rosas y desde donde se podían escuchar, por la noche, los tiros en los fusilamientos dado el silencio que había en esta zona.

La placa dice “Las jóvenes llamadas las trece rosas dieron aquí su vida por la libertad y la democracia el

día 5 de agosto de 1939. El pueblo de Madrid recuerda su sacrificio”. Debajo de la placa ramos de rosas y claveles rojos y una nota: “Vuestro sacrificio no habrá sido en vano”.

Las flores las han dejado los familiares y compañeras de prisión de las trece rosas que como cada 5 de agosto se reúnen aquí en este homenaje a estas mujeres. Un homenaje que durante muchos años tuvo que ser íntimo hasta que ya pudo ser público. El acto que ha tenido lugar a las once ha sido muy emotivo. Ha contado con la presencia de Concha Carretero y Mari Carmen Cuesta, compañeras de prisión de las trece rosas. Ellas comentaban orgullosas que dieron su contribución por la libertad. Y no se veían incluso ellas dos desde hacía sesenta años. En el acto se ha leído un poema de la poeta republicana Ángela Figuera que termina: “no quiero que me tapen la boca cuando digo: no quiero”

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