Estados Unidos ¿un paraíso?

Estados Unidos ¿un paraíso?

No sé cuándo voy a volver al Perú. Un amigo me contó que soñaba todos los días con volver al Perú. No pudo hacerlo sino después de ocho años porque su Green Card demoró una eternidad. Cuando volvió a Lima, en el aeropuerto Jorge Chávez se arrodilló y besó el suelo llorando.

Estados Unidos no es el paraíso. Se gana dinero, pero en estos pocos días observo que la gente sufre, también hay pobreza, gente muriéndose en la calle por el frío y la nieve, jornaleros que se paran ocho horas en la calle esperando que alguien les dé trabajo.

También existen en un mundo paralelo latinos que tienen casas que parecen castillos donde habitan dos personas y hay tres coches estacionados, sus perros tienen seguro médico y personal que viene a bañarlos y cortarles las uñas a domicilio.

No, Estados Unidos no es el paraíso. Creo que mi primo, como si hubiese hablado por millones de latinos, lo dijo muy claro, incluso antes de que yo venga: “ese lugar no es ni el cielo ni el infierno. Es un lugar donde puedes trabajar y hay oportunidades, y si las aprovechas, bien por ti”.

Hay ocho millones de personas indocumentadas, miles de personas tratan de cruzar la frontera y Sonora, o mutilados por trenes de la muerte a los cuales suben en su alucinada odisea para llegar a Estados Unidos. Muchos de los que han tenido la suerte de cruzar, trabajan recibiendo sueldos paupérrimos sin tener beneficios, jubilación ni seguro, tampoco la certeza de que un día gozarán de un estatus legal.

Hay latinas indocumentadas que se prostituyen para vivir, gente que vende flores en la calle con la única diferencia que es, quizás, menos pobre de lo que era en su país de origen. Pienso que aquí todo es más hostil y extraño, una fauna más salvaje para aquellos que no pueden hablar ni una palabra de inglés. ¿Qué posibilidades tienen estas personas de lograr su American Dream?

Es difícil saber lo que me depara en el futuro, si triunfaré o me deportarán. Lo poco que he visto, advertido ya por mi familia gringa, es que no todos alcanzan su sueño. Ahora sé que los sueños son los primos hermanos de las pesadillas.

Hemil García Linares, Sesenta días para abandonar el país, 2011

Résumer du texte:

El texto habla de alguien que dejó Perú para ir a vivir su sueño americano en EE.UU. y vuelve ocho años después en Lima.

Para él, los Estados Unidos no es un paraíso porque los habitantes viven en malas condiciones, mientras que en algunas casas latinas viven en condiciones mucho mejores. Es para eso que los EE.UU “no es ni el cielo ni el infierno”.

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