IDEA DE PROGRESSION
Commentaire de texte : IDEA DE PROGRESSION. Recherche parmi 300 000+ dissertationsPar calimeroprincess • 3 Avril 2016 • Commentaire de texte • 1 343 Mots (6 Pages) • 1 617 Vues
NOCIÓN 3: IDEA DE PROGRESO
DOCUMENTO 1 (17 pts) :
Emilia entró en el banco con un contrato temporal de seis meses para una campaña de verano en el departamento de cheques de viaje. Vio el cielo abierto. Fue considerada una chica muy despierta, mucho más que sus otros compañeros y compañeras del mismo contrato temporal: creyó que al final de la campaña le ofrecerían un contrato indefinido. Emilia tenía un poco de pie en aquel banco porque uno de los conserjes era hermano de su madre e iba algunas veces, los domingos, a comer a su casa. Al cabo de los seis meses se acabó el contrato y Emilia se quedó en la calle. Se desconcertó mucho porque no creyó que mereciera ser despedida y también porque había creído que los jefes, el apoderado de cheques de viaje, los otros jefes y oficiales del departamento, la estimaban mucho. Todos, a decir, verdad, lamentaron que tuviera que irse. Pero no estaba en su mano hacer nada. Las decisiones relativas al personal contratado venían del personal, de la central, y eran inapelables. El único consuelo fue que Emilia entró a formar parte de una lista y le aseguraron que estaba una de las primeras (era, al parecer, un listado por puntos). Quitando la familia del conserje, no conocía a nadie en Madrid. Se colocó en uno de los turnos de un Burger King, un mal turno que empezaba a las ocho de la tarde y duraba hasta las dos de la madrugada. Ahí aguantó como pudo. Volvieron a contratarla en el banco al cabo de seis meses. Volvió a ilusionarse. Y el contrato se terminó sin que le hicieran un contrato indefinido. Entonces conoció a Antonio Vega. Entonces, también se encontró con Matilda, que hacía sus prácticas en el banco. Dio la casualidad de que pasaron casi un mes en el mismo departamento, en créditos documentarios. Matilda recorría los diversos departamentos del banco y todos les compañeros sabían que era una chica rica, que estaba aprendiendo el oficio desde abajo. Matilda y Emilia se cayeron bien. Emilia quedó fascinada: […] nunca había conocido una criatura como Matilda. El glamour de Matilda le pareció a Emilia una cualidad mística de su nueva amiga: no dependía de sus bien cortados trajes, de la habilidad con que hablaba en inglés o en francés, indistintamente, del sentido de humor o de la rapidez con que aprendía los intríngulis (1) del negociado, todos aquellos orden de créditos de importación y de exportación, los Incoterms el tedioso papeleo. Su habilidad para redactar los teletipos que luego se alineaban como cómicos lacitos por orden de urgencia en una masa para ir siendo a sus destinos, los celebres ticker-tapes. Matilda parecía haber nacido en medio de todo aquello. Estaba de buen humor todo el tiempo. Nunca Emilia había conocido a nadie igual. Pasaron los seis meses y Emilia tuvo que volver a la calle. Matilda continuó en el banco todavía. Se reunían a tomar café algunas tardes. Entonces fue cando hablaron de Simone de Beauvoir, de los proyectos de Matilda. Fue entonces cuando Emilia manifestó su desesperación ante aquella precariedad laboral, que la reducía a la condición de mano de obra casi sin cualificar, sustituible en cualquier momento por cualquiera, a la que podía ilusionarse con promesas laborales que nadie después tenía el poder de cumplir. Siguió saliendo con Antonio que era ya auxiliar administrativo. Cuando Matilda terminó sus prácticas embarazada de Jacobo, su primer hijo, Emilia estaba cesante una vez más. Y Matilda le ofreció un puesto en su casa. Tendrás que ayudarme en todo, hacer de todo. Tendrás que fregar y que lavar y que planchar, más o menos igual que yo. Es un puesto en el servicio doméstico lo que te ofrezco, Emilia, dijo Matilda con toda claridad. No tienes por qué considerarte atada a este empleo. Tómalo como un sustituto ligeramente menos estúpido que el Burger King. Emilia no lo dudó. Y sucedió que aún cuando pasados seis meses esperaba ser llamada de nuevo cada vez se sentía menos inclinada a cambiar el considerable trabajo de la casa de los Campos por el trabajo temporal en el banco. Sucedió además que en esa tercera ocasión no transcurrieron seis meses sino diez meses. No vale la pena, Matilda, me quedo contigo, dijo. Y las dos se echaron a reír.
(1): les dessous d’une affaire
ÁLVARO Pombo, La fortuna de Matilda Turpin, Booket Planeta, 2006
COMPRENSIÓN DE TEXTO (7 pts)
- “Emilia creyó que al final de la campaña le ofrecerían un contrato indefinido”.
Cita tres elementos que explican por qué se le creyó.
- Elige la afirmación correcta:
- Emilia se quedó en el banco.
- A Emilio no le renovaron el contrato.
- Entresaca una frase del texto que explica cómo se conocieron Emilia y Matilda.
- Apunta tres elementos que revelan el carácter de Matilda.
- Entresaca una frase que evidencia el papel que desempeña Matilda en la vida laboral de Emilia.
- a. Completa la frase con la afirmación que conviene :
Al final, optó Emilia por…
- Un trabajo interesante pero precario.
- Un trabajo poco valorado pero seguro.
- Esperar una mejor propuesta de trabajo.
Apunta una frase que lo justifica.
EXPRESIÓN ESCRITA (10 pts)
- Presenta y comenta la visión del mundo del trabajo que nos ofrece el texto. (12 líneas)
DOCUMENTO 2
Una Carrera Brillante
Olga había entrado en el negocio de la música más o menos por casualidad. […] Nunca pensó que haría carrera en un mundo tan machista, pero al fin y al cabo Olga era una chica de buena familia y mejor presencia, que tenía una carrera y que hablaba tres idiomas, que era muy lista, además de ser muy inteligente, y que sobre todo, y esto era lo más apreciado en una industria tan ferozmente codiciosa como aquélla, era tremendamente competitiva. Así que Olga fue subiendo escalones en el departamento de promoción, y recién cumplidos los treinta años, se había convertido en una de las pocas directoras de marketing de la industria, con despacho propio, coche de empresa, sueldo de varios ceros y demás regalías que el cargo aparejaba. […]
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