Plan De Ayala èl Revolucion Mexicana

¿Cuando escribió el plan de Ayala?

El 25 de Noviembre de 1911, en el Estado de Morelos en Mexico, el revolucionario Emilio Zapata propone un proyecto agrario cuyo titulo es el “Plan de Ayala”. Este texto reclama la restitución a las populaciones indígenas de un tercio de los territorios comunales despojados por los grandes propietarios. Este plan revolucionario es el primer que evoca la idea de una reforma agraria y de una mejor distribución de las tierras y riquezas.

La intención era alejarse del asedio militar al que eran sometidos para, serenamente, plasmar en un documento los ideales de la revolución campesina que había iniciado en el pueblo de Anenecuilco, Municipio de Villa de Ayala.

La cuestión era de la mayor importancia porque ante el triunfo del movimiento maderista, su demanda sobre la restitución de las tierras usurpadas por las haciendas azucareras, podía desvirtuarse. En palabras de uno de los acompañantes de la caravana, Francisco Mercado, el jefe Zapata “quería que hubiera un plan porque nos tenían por puros bandidos y comevacas y asesinos y que no peleábamos por una bandera…”

De esta manera, se inició la discusión y redacción del Plan Libertador de los hijos del Estado de Morelos, o Plan de Ayala, bajo la dirección del mismo Zapata y de su compadre, el profesor rural Otilio Montaño. El eje de su argumentación era, evidentemente, la urgente resolución del problema agrario que había olvidado cumplir Francisco I. Madero, aún cuando estaba contemplado en el Plan de San Luis.

¿Qué decía este plan sobre la cuestión agraria?

Este texto reclama la restitución a las populaciones indígenas de un tercio de los territorios comunales despojados por los grandes propietarios. Este plan revolucionario es el primer que evoca la idea de una reforma agraria y de una mejor distribución de las tierras y riquezas.

Cuando inició el movimiento revolucionario, Emiliano Zapata acudió al llamado del Plan de San Luis, organizó a los campesinos para defender la tierra que legítimamente les pertenecía. Proclamando un plan para restituir las tierras a los campesinos. A él se le atribuye el lema «la tierra es de quien la trabaja». Sin embargo, cuando Francisco I. Madero se hizo cargo de la Presidencia de la República, el 7 de junio de 1911, entraron en desacuerdo porque el mandatario había ordenado el desarme y el licenciamiento de los destacamentos zapatistas como condición previa a la entrega de la tierra a los campesinos. Zapata se negó a desarmar a sus tropas, según lo acordado por los Tratados de Ciudad Juárez, sin que antes se realizara el reparto de las haciendas del Estado.

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