Las crisis

Contribución : Las crisis

La entrada en crisis corresponde al momento en el que los desequilibrios toman una amplitud tal como la coherencia del conjunto de la economía se ve amenazada. La cuestión de una nueva regulación entonces es puesta.

La crisis agrava los problemas porque acentúa las tendencias propias del capitalismo patrimonial. Por ejemplo con la cuestión financiera, que desempeña un papel crucial. Durante los quince últimos años, el sector bancario evolucionó hacia un alto grado de concentración alrededor de un pequeño número de bancos muy grandes. Esta evolución es problemática, porque produce “gigantes” que, debido a su tamaño, son portadores de un riesgo sistémico.

En consecuencia, las autoridades públicas se encuentran de facto forzadas de ayudarles en caso de dificultades. Los economistas están de acuerdo para juzgar que tal situación no es aceptable. Conduce a estos actores a tomar riesgos excesivos, ya que los provechos les vuelven, mientras que las pérdidas son socializadas. Entonces la crisis y las medidas urgentes tomadas por las autoridades públicas todavía acentuaron la concentración del sector bancario. Bear Stearns, Lehman Brothers, Merrill Lynch, Wachovia et Washington Mutual habiendo desaparecido, los bancos que permanecen se volvieron todavía más importantes.

Es decir, los bancos ya demasiado grandes para quebrar se volvieron todavía más grandes. En estas condiciones, desmantelar estos conglomerados enormes, por ejemplo separando banco de inversión y banco de depósito, debería ser un objetivo prioritario.

Un banco demasiado grande para quebrar también debería ser demasiado grande para existir. Pero tal política supone una mutación en profundidad de las mentes, lo que parece, por el momento, muy difícil a conseguir.

Las dificultades en venir son de dos tipos: no sólo el mantenimiento de un paro de masa en los países desarrollados, sino que el desarrollo de dificultades monetarias importantes. Hasta ahora, la crisis fue principalmente de naturaleza financiera y bancaria. Las autoridades públicas consiguieron controlarla gracias al manejo vigoroso del arma monetaria. Es decir, ahogaron las dificultades bajo las liquideces con la ayuda activa de los bancos centrales.

Sin embargo, hoy, la masa de las liquideces producidas así, asociada con el crecimiento vertiginoso de las deudas públicas introduce la crisis en un nuevo estadio dónde la cuestión del valor de las monedas llega en primer plano. Las posibilidades de roturas no faltan : que pensar de la hegemonía del dólar, la unidad de la zona euro, de la paridad del yuan o de la debilidad de la libra esterlina… Es la cohesión internacional del neoliberalismo que directamente se encontraría entonces interrogada.

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