Les Batalla de centla
Dissertation : Les Batalla de centla. Recherche parmi 300 000+ dissertationsPar yaeldiaz117 • 5 Avril 2013 • 2 183 Mots (9 Pages) • 723 Vues
Batalla de centla:
Al día siguiente, 14 de marzo de 1519, mandó Cortés al capitán Pedro de Alvarado con cien soldados para que fuese tierra adentro hasta dos leguas, y mandó por otra parte a Francisco de Lugo, con otros cien soldados. Francisco de Lugo se topó con unos escuadrones guerreros, iniciándose un nuevo combate. Al escuchar los disparos y tambores, Alvarado fue en ayuda de Lugo, y juntos después de mucho pelear logran hacer huir a los naturales, regresando los españoles al pueblo a informarle a Cortés.11
En la batalla participaron, según las crónicas de Hernán Cortés y Bernal Díaz del Castillo, 40 000 indígenas de 8 provincias cercanas, contra 410 españoles.12
Las tropas de Hernán Cortés llegaron a la desembocadura del Río Tabasco (hoy Grijalva). En este lugar las huestes españolas fueron atacadas por los indios maya-chontales. Rápidamente los españoles se defendieron con sus armas de fuego como los arcabuces y cañones, los cuales causaron pavor a los indios, pero lo que más los aterró fue ver a los jinetes de la caballería española, pues los indios creyeron que tanto la persona como el caballo eran uno solo, cosa que nunca habían visto en su vida. Al final los indios resultaron los perdedores debido sobre todo a la mayor tecnología de armas por parte de los españoles.
Batalla de cholula
Malinche salva a Hernán Cortés y sus hombres de ser aniquilados en la ciudad santa de Cholula.
Hernán Cortés junto a Malinche, un grupo de españoles y dos mil guerreros tlaxcaltecas se dirigió en el otoño de 1519 hacia la ciudad de Cholula. Esta era una ciudad santa con una gran pirámide y cuatrocientos templos, consagrada a Quetzalcoatl. Cholula seguía siendo fiel a los aztecas y se había convertido en una trampa mortal para los enemigos del imperio azteca sin importar quienes fueran. La ciudad estaba protegida por trampas para animales, empalizadas y veinte mil guerreros.
Cortés había sido avisado por los indios aliados de lo que le esperaba si se acercaba a Cholula, pero no le importó y continuó su avance. Para su sorpresa al entrar en la ciudad fue recibido con una calurosa bienvenida. Mandó a Malinche que hablara con los sacerdotes. De los dos sacerdotes más importantes de la ciudad consiguió, tanto por promesas como por amenazas, la confesión de que Moctezuma había ordenado capturar a los españoles ya fuera dentro de la ciudad o en las cercanías. Para así ser después sacrificados.
La vieja india
Una vieja india, que estaba casada con un capitán cholulteca, consideró a Malinche como la candidata perfecta para desposarla con uno de sus hijos, ya que se sintió atraída por su belleza y la riqueza de sus adornos. La pidió que se fuera con ella a su casa llevando sus pertenencias si quería salvar la vida, ya que esa misma noche o a más tardar al día siguiente los cholultecas caerían sobre los españoles.
Malinche se mostró sorprendida y agradecida y aceptó el ofrecimiento. Demostrando sus cualidades, continuó hablando con la vieja preguntándole cómo iba a suceder el ataque, cuándo iba a ocurrir y cómo se había enterado ella. La vieja le contó que era la esposa de uno de los capitanes de uno de los cuarteles de la ciudad y que su marido se encontraba acuartelado con sus guerreros esperando la orden. También contó que como pago por sus servicios había recibido un tambor de oro, buscando impresionarla.
Malinche se mostró impresionada por el cargo que desempeñaba el marido y en consecuencia alabó al hijo de un hombre tan importante en la ciudad. Pidió a la vieja que esperara con su hijo mientras ella intentaba traer sus cosas sin que los españoles sospecharan nada.
La batalla
Cortés y sus hombres habían acampado en una plaza de la ciudad. El conquistador había pedido a los cholultecas dos mil guerreros para continuar su avance por México. En la madrugada se presentó ante el campamento un importante grupo de guerreros cholultecas a los que se permitió el paso pero vigilando que quedaran libres las posibles vías de escape. Los guerreros estaban alegres ya que pensaban que habían engañado a los españoles y estaban a punto de dar el golpe de gracia.
De repente apareció Cortés a caballo con doña Marina (Malinche) a su lado y por medio de ella les gritó indignado que sabían lo que habían planeado y preguntándoles porqué le traicionaban si él se había presentado pacíficamente ante la ciudad. Consideraba un crimen lo que pretendían hacer, y un crimen así no podía quedar impune. Solo había un castigo posible y este era la muerte. Al pronunciar Malinche estas palabras Cortés disparó al aire y los españoles se lanzaron al ataque.
El resultado fue una masacre, los cholultecas no esperaban esa reacción y no pudieron frenar el ímpetu de los tlaxcaltecas cuando se lanzaron al ataque sobre ellos. Se llegó al punto de que los españoles una vez controlada la situación tuvieron que contener a los tlaxcaltecas cegados por el odio.
La victoria sobre Cholula fue total y aunque se debió a la audacia de Cortés, no se puede negar que no hubiera sido posible conseguirlo sin la fidelidad, la valentía e inteligencia de doña Marina (Malinche). En una carta enviada por Cortés a Carlos V le menciona aunque brevemente que “los españoles deben la vida a una india de estas tierras”.
toxcatl
Desde la perspectiva de los españoles, Bernal Díaz del Castillo justifica la agresión contra la nobleza mexica en el Templo Mayor, puesto que según se había él enterado, los mexicas se habían propuesto asesinar a Pedro de Alvarado, que como se ha dicho, había quedado a cargo de las tropas españolas en México-Tenochtitlan. El asesinato sería efectuado en el contexto de la celebración de Tóxcatl.13 A ello habría que añadir el disgusto de los españoles por la celebración de un rito considerado pagano por ellos, que implicaba la remoción de la efigie de la Virgen María y la Cruz que los españoles habían colocado en el Templo de Huitzilopochtli, con el propósito de la celebración indígena.
Sin embargo, las fuentes indígenas señalan que los mexicas habían solicitado permiso a Alvarado —que, a propósito, había participado en la Matanza de Cholula, y luego en los procesos pacificadores de la Mixteca y Tehuantepec, para finalmente morir en la Guerra del Mixtón— para la realización de una de sus ceremonias religiosas más importantes, en la que se efectuaba un rito parecido a la comunión católica. Pedro de Alvarado autorizó la celebración del dicho acto religioso, pero cuando los señores mexicas se encontraban bailando
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