OM Espagnol

OM de 29 anos esta harto de su jefe trabaja para el desde hace dos anos en una agencia de publicidad en Barcelona pero ahora mismo esta pensando en irse a otra empresa del sector. Su principal queja es que la compania ha duplicado el numero de clientes, pero sin incorporar a un nevo ejecutivo para repartir tanta carga de trabajo.

Asi OM suele salir de la oficina tres horas mas tarde de lo que establece su contracto y su jefe parece no oirie cuando se atreve a perdirie una disminucion de su jornada laboral o un aumento de salario que compense tantas horas extra. Ahora mismo trabaja unas 48 horas semanales por unos 1.500 euros netos al mes. Esta situacion esta afectando su salud personal, asi como la relacion con su pareja. A pesar de sus protestas y de que esta demostrado que la hipertension eleva el riesgo de enfermedades cardiacas un 16 % y la posibilidad de sufrir un infarto un 33 % a su jefe parece no importarle en absoluto. Se trata de un jefe muy egocentrico que apenas se preocupa por las personas que trabajan con el y mucho menos por todo lo que pasa fuera de la oficina explica OM. Lo unico que le interesa es quedar bien con sus clientes y siempre nos recuerda que no le importunemos con tonterias personales lamenta este trabajador.

El caso de OM no es una excepcion. Mas bien es la regla general que reina en muchas empresas en las que la direccion no se preocupa por las consecuencias nocivas del comportamiento de los llamados jefes toxicos

El presidente de la consultora de recursos Humanos Otto Walter afirma que la responsabilidad ultima recae sobre la direccion general que en la mayoria de los casos no tiene conciencia de la incompetencia de algunos de sus altos directivos y en otros parece no preocuparse por ello. Sin embargo el futuro de estas companias puede depender de ello : el Foro economico de Davos estima que la baja productividad de las empresas espanolas se debe en un 60 % a la porbre calidad directiva

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