Vuelta de paseo

VUELTA DE PASEO

Asesinado por el cielo.

Entre las formas que van hacia la sierpe

y las formas que buscan el cristal,

dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta

y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota

y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo

y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto cada día.

¡Asesinado por el cielo!

Federico García Lorca, Poeta en Nueva York

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Este poema pertenece a la segunda etapa del escritor en Nueva York, donde su poesía cobra tintes surrealistas y rompe con el verso tradicional para convertirlo en "verso libre". Trata el tema de "la lucha entre la civilización y naturaleza"; dos fuerzas contrarias que se oponen. Precisamente, de esa tensión nace el poema, fruto de la decepción Lorquiana ante las cuidades colosales emergentes cada vez más deshumanizadas.

Asesinado por el cielo.

Este primer verso comienza de una manera hiperbólica (visión desproporcionada de una realidad). El poeta se encuentra en Nueva York, un lugar hostil y molesto para él. Un mal comienzo: se nos habla de un asesinato.

Entre las formas que van hacia la sierpe

y las formas que buscan el cristal,

dejaré crecer mis cabellos.

En estos tres versos siguientes el poeta manifiesta un signo de rebeldía: "dejar crecer los cabellos" entre esas formas que conducen a la sierpe (el veneno de la culebras) y ese frío "cristal", que sería un símbolo del típico rascacielos neoyorkino. El cristal corta, al igual que los grandes edificios cortan o rompen el cielo. Ese gesto o símbolo de rebeldía (dejarse crecer el cabello) es un acto "natural" que contrasta con esa ciudad naciente y antinatural. Parece que hay un atisbo de esperanza.

Con el árbol de muñones que no canta

y el niño con el blanco rostro de huevo.

El siguiente verso comienza con un "desplazamiento" : no es el árbol el que debería cantar sino los pájaros. Vemos aquí una naturaleza desvitalizada (no hay pájaros) y mutilada (árbol de muñones). Así pues, como vemos en el verso número 6, los niños también están desnaturalizados ( blanco rostro de huevo).

Con los animalitos de cabeza rota

y

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